domingo, 30 de enero de 2011

LA DIMENSIÓN NATURAL, CULTURAL Y SOCIAL DEL SER HUMANO

El origen de la vida y la evolución de las especies

  • Todos los seres vivos tenemos un origen común.
  • El desarrollo de la vida ha sido continuo, sin discontinuidades, por lo que se admite que la evolución es una hecho biológico, no una mera hipótesis.
  • El Homo sapiens, tiene su origen en un mamífero primate a partir del cual nuestra especie ha ido evolucionando.
Entendemos por evolución el proceso por el cual los individuos de una misma especie sufren cambios cualitativos. 
  • Adaptación. Van sufriendo cambios por los que mejoran sus condiciones de supervivencia en el medio ambiente.
  • Herencia. La genética asegura la transmisión de estos cambios a los descendientes. 

De ahí surgió la aparición de seres unicelulares, que la vida se ha ido expandiendo a lo largo de cientos de millones de años hasta abarcar una inmensa variedad de especies animales y vegetales.

El fijismo: la postura opuesta al evolucionismo
  • Fijas. Inmutables desde su origen.
  • Creadas por Dios. Aparecen en un momento único, por obra divina.
  • Inmutables. Desde su creación, cada individuo y cada especie habría permanecido sin modificaciones.
  • Grupos aislados. No derivan unas de otras, ni están relacionadas.


El representante más importante de esta teoría fue Linneo, quien definió la especie como <<lo compuesto por un determinado número de individuos que son una especie de copia a partir de un modelo inmutable>>.

  • El fijismo va unido a la corriente metafísica, de la cual vimos un ejemplo en Platón.
  • El fijismo conlleva una concepción jerárquica de la realidad.
  • Existe algo fijo en inmutable con respecto a lo que llamamos naturaleza humana, que está al margen de los individuos concretos que nacen, crecen y mueren.
  • El ser humano es el protagonista de la creación, por lo que eestaría muy nalejado y muy por encima de las características propiamente animales.
Sin embargo, las teorías biológicas fijistas y la metafísica entraron en crisis en el siglo XVIII.

No hay comentarios:

Publicar un comentario